Con una terraza con vista al mar, mi habitación me hizo sentir como si estuviera en la proa de un barco navegando por el océano. La sensación de estar rodeado de la belleza natural de las montañas y el mar fue simplemente impresionante. Además, poder pedir comida típica de la zona y que me lo entreguen en la habitación fue genial.

El desayuno se demoró.

Un aspecto destacado de mi estancia en este alojamiento fue la increíble vista desde el balcón de la cabaña. Pude disfrutar de vistas panorámicas de las montañas nevadas y del mar, lo que creó un ambiente relajante y espectacular. Fue como estar en un paraíso natural donde la belleza de la naturaleza me dejó sin palabras.

No había servicio de bar en la cabaña.

La hospitalidad de Javier, la tranquilidad del hotel y el desayuno en la habitación fueron destacables. nos gustó lo pendientes que estuvieron de nosotros durante nuestra instancia, así como el servicio de transporte con José y la comida de los lugareños. Sin lugar a dudas, la próxima vez que volvamos, este será el lugar en el que nos quedaremos.

Llegamos con grandes expectativas y encontramos un lugar hermoso. Las habitaciones eran cómodas y la atención del personal fue cordial. Destaco especialmente a Jose, el conductor, quien conocía muy bien la zona y fue muy colaborador. Nina y Junior se esforzaron por brindarnos una excelente atención, incluso el día que íbamos a visitar el parque Tayrona nos prepararon emparedados de desayuno para llevar, para asegurarse de que no nos quedáramos sin desayunar. agradezco la recomendación de pedir cobijas adicionales desde el principio, ya que en la madrugada la temperatura baja y hace frío. Los restaurantes cercanos estuvieron bien y se llega caminando frente al mar. Destaco la amabilidad de Marta al responder los mensajes por Whatsapp en cualquier momento, y la atención y disposición de Oscar, el anfitrión. En resumen, es un lugar hermoso para desconectarse con todas las comodidades necesarias.

No tiene que mejorar nada.

el concepto ecológico del hotel, la amabilidad del personal, playa desierta y hermosa para desconectarse pros.nisiquiera uso desechables ni cuando llevamos comida de fuera, nuestro hijo disfrutó mucho y no hubo problemas con insectos.

lluvia diaria por la tarde, carretera para acceder en mal estado, muchos mosquitos y falta de agua caliente.

El lugar es hermoso, personal amable, atractivos turísticos seguros, cooperación local, cabañas cómodas y seguras, vista y tranquilidad.

Todo fue perfecto.

Un paraíso en la tierra! Las cabañas son impresionantes, con un estilo tradicional y todas las comodidades que necesitas. La ubicación es perfecta, justo en medio de una playa prácticamente desierta. ¡Es como tener la playa solo para ti! Además, la playa es espectacular, pudimos disfrutarla sin problemas. La limpieza de las cabañas y los alrededores es impecable, lo que hace que casi no haya bichos. Y lo mejor, poder dormirse escuchando los sonidos de la naturaleza y las olas del mar. ¡No podría haber encontrado un mejor lugar para mi viaje de negocios!

Todo fue perfecto, sin ninguna queja. Solo recomendaría traer repelente de mosquitos, especialmente en la época de lluvia, aunque el personal se encarga de ahuyentarlos con humo todas las noches.

Mi esposo y yo decidimos hospedarnos en Playa Pikua Ecolodge durante nuestra visita a Guachaca. Nos quedamos allí durante tres noches y tuvimos una experiencia maravillosa. El alojamiento es hermoso, las habitaciones son cómodas y el personal es extremadamente amable. Nos ayudaron a organizar excursiones cercanas y siempre estuvieron dispuestos a ayudarnos en todo lo que necesitábamos. Además, la ubicación es perfecta, ya que está justo en la playa y a pocos minutos a pie de restaurantes frente al mar. Sin duda, recomendaría Playa Pikua Ecolodge a cualquiera que visite la zona.

De verdad que lo recomiendo.

La cabaña de madera con techo de palmeras y vistas a las montañas y al mar fue como un sueño tropical hecho realidad. Me sentí como si estuviera viviendo en una postal gigante.

Engaño en la disponibilidad de alojamientos con vista al mar.

La amabilidad del personal del hotel fue excepcional. Siempre estuvieron dispuestos a ayudar y fueron muy atentos durante toda mi estancia. La limpieza de las cabañas también fue destacable, siempre estaban impecables y muy bien cuidadas. Además, la ubicación del hotel era perfecta, con una hermosa playa a solo unos pasos. Y no puedo dejar de mencionar lo delicioso que era el desayuno, realmente fue el mejor que he tenido en mucho tiempo.

Nada, todo bien.

Siempre vuelvo al mismo hotel porque el personal me ayudó a llegar a donde quería. Tiene todo lo que necesito: Wi-Fi gratis, estacionamiento, utensilios de cocina, servicio de transporte, lavandería. ¡Volveré en Pascua!

Mi estancia en Playa Pikua fue maravillosa. Buscaba un lugar tranquilo y natural para relajarme y conectarme con la naturaleza, y este hotel superó mis expectativas. El desayuno fue delicioso y la comida que ofrecían también era muy buena. El lugar donde se encuentra ubicado es perfecto, ya que no hay mucha gente en la playa y puedes disfrutar de la tranquilidad y la belleza natural. Además, el personal fue muy amable y servicial, especialmente Jose, el conductor, y Nina y Junior, quienes se esmeraron en brindar una excelente atención. Recomiendo reservar cobijas adicionales desde la llegada, ya que las noches pueden ser frías. En general, una experiencia maravillosa y muy recomendada.

No dudaría en recomendar este hotel.

Nos encontramos con una cabaña amplia y acogedora, con una decoración encantadora y detalles que hacen que te sientas como en casa. La ubicación a pocos metros del mar permite disfrutar de unas vistas espectaculares y la posibilidad de relajarse en las hamacas y tumbonas de la playa. La atención del personal fue excepcional, siempre pendientes de nuestras necesidades y con un trato amable y atento.

Algunos huéspedes mencionaron la presencia de mosquitos y otros insectos, lo cual puede ser una molestia para aquellos que son más propensos a las picaduras.

Asombrosas cabañas con techos de palma, vistas increíbles de montañas y mar, una playa privada, comida espectacular a domicilio y aparcamiento gratuito.

Tuve que volver a casa! ¿Cómo se atreven a hacer un lugar tan perfecto que me hace querer quedarme para siempre?

Cada mañana, despertar con las vistas de las montañas nevadas y el mar en mi balcón me hizo sentir como si estuviera en el set de una película épica. Realmente fue una experiencia única.

Desayuno escaso